Normativa
Cuando miro atrás y pienso cuál pudo ser el punto clave que necesité en mi vida para no desarrollar mi enfermedad, puedo decir sin temor a equivocarme que fueron los límites cuando fuí niño y adolescente.
[Frase de un drogodependiente en fase de tratamiento]
La normativa en la casa es una condición que da soporte a la convivencia y por tanto es necesaria en todos los hogares.
En la normativa distinguimos 3 tipos de normas:
– Fundamentales: de cumplimiento para todas las personas de la casa
– Importantes: son aquellas poco negociables que estimamos son necesarias para una buena convivencia
– Accesorias: son negociables y específicas para cada miembro de la familia
A su vez los privilegios, recompensas, sanciones, multas… se obtienen en función del cumplimiento o no de la normativa.
En ocasiones, los padres sentimos que hemos probado todo y que muchas de las sanciones que ponemos no se cumplen, tenemos que conocer que para que una sanción o un refuerzo funcione debe cumplir unas mínimas condiciones:
– Contigüidad: la consecuencia debe ser inmediata al comportamiento
– Contigencia: siempre que se produzca el comportamiento debe de existir la consecuencia (no, unas veces sí y otras no). Hasta conseguir que exista un hábito positivo donde se reforzará de manera intermitente.
– Magnitud: la magnitud de la consecuencia negativa (sanción) debe estar en función de la gravedad del comportamiento, al igual que la magnitud de la consecuencia positiva (privilegio, recompensa) y el comportamiento positivo. De tal manera, que no todas las consecuencias son igual de efectivas.
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