Febrero, alegría (I)
Elegir la alegría
Se dice que el discípulo de un venerable sabio, estaba extrañado y sorprendido de que su maestro estuviese siempre sonriente y feliz, a pesar de las dificultades que tenía en la vida.
Intrigado, un día, le preguntó:
-Maestro, ¿cómo es que siempre se te ve tan contento y satisfecho?
El maestro respondió:
-Amigo mío, no hay secreto alguno en esto. Cada mañana cuando me despierto, me hago la misma pregunta a mí mismo. ¿Qué escojo hoy? ¿Alegría o tristeza? Y siempre escojo alegría.

Motivos de sobra tenemos seguro en estos tiempos, para dejarnos llevar por la tristeza y el desánimo dadas las circunstancias y dificultades que nos rodean en estos tiempos. No obstante, ¿quién o qué nos asegura tener una vida sin dificultades?
Vivir y aceptar las dificultades y la tristeza que éstas generan es algo inevitable…pero algo en lo que si tenemos control, es en nuestra actitud.
Puedes elegir concentrarte en lo que es realmente difícil, o puedes elegir buscar cosas positivas que ocurren a tu alrededor. Lo primero para salir de la primera situación, es tomar la decisión de dar un pequeño paso, ya sea tan simple como levantarse de la cama/sofá en medio de la angustia y elegir buscar algo positivo de nuestro entorno. En las siguientes entradas, iremos repasando cuales son las claves para conseguir afrontar nuestro día a día con más alegría.
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