Enero, Prudencia (I)
El mes de enero lo dedicamos al valor de la prudencia, un valor estrechamente relacionado con el pensamiento crítico, y con nuestra capacidad como seres humanos para decidir y hacernos más fuertes. Merece la pena educarnos y educar teniendo esto en cuenta, porque ya lo decía el poeta latino Horacio (65 AC-8 AC)”La fuerza que no va guiada por la prudencia, cae por su propio peso”

¿Qué es la prudencia?
Es la capacidad para reflexionar y meditar
antes de tomar una decisión.
Nos ayuda a caminar con paso firme y sobre seguro,
evita que nos precipitemos y nos podamos poner en peligro
a nosotros-as o a quien nos rodea.
Es la voz que nos recuerda mirar antes de cruzar,
a escuchar antes de hablar, a reflexionar antes de actuar.
Nos invita a pararnos y a pensar que es posible
que no tengamos razón en algunas cosas
y nos da la oportunidad de elegir bien nuestro camino.
La prudencia nos equilibra frente a nuestro arrojo
para evitar cometer errores si somos demasiado irreflexivos.
Prudencia y pensamiento crítico
Desde esta perspectiva tenemos que llevar cuidado a la hora de poder llegar a PARALIZARNOS, no tomar decisiones y acciones ante la imposibilidad de poder tener toda la información antes de tomar cualquier decisión…
Entonces debemos preguntarnos ante la prudencia y pensamiento crítico ¿dónde está el equilibrio entre “engullir” información y actuar sin pensar, y analizar toda la información y “fuentes” necesarias antes de ejecutar?
No nos toca a nosotros ni nosotras decir dónde está el punto justo en esa toma de decisión, ya que, en este sentido, si diésemos la respuesta caeríamos nosotros y nosotras mismas en la incongruencia de, por un lado fortalecer la idea de pensamiento crítico y por otro lado ajustar el mismo a nuestro interés.
Lo que sí parece claro que el Pensamiento crítico tiene como principal problema su INCOMODIDAD, desde la misma persona que se lo formula y a quien o quienes les afecta.
Esta, puede ser la realidad del pensamiento crítico, no ensalzar lo primero que nos pasa por la cabeza sin un atisbo de prudencia y creatividad intuitiva no reñida con ella misma, ya que el conocimiento desde siempre surge desde dentro, de lo esencial de las personas, cuando la inercia no es el hábito, sino la lucha de transformación del mundo ya que antes de poder transformar, cambiar las cosas, es de necesidad conocer, saber, comprender y poder abstraerse en la medida de poder cuestionar y cuestionarse hasta uno y una misma.
En los tiempos actuales, de PANDEMIA Y SOBREINFORMACIÓN queremos poner en valor dicha capacidad de reflexión, hacerla visible sin la autocensura que uno y una misma se pone o impone y la que la sociedad misma en ocasiones sin quererlo ni pretenderlo hace que no pensemos.

Francis Bacon (no confundir con el pintor, 1995) dice que: «El pensamiento crítico es tener el deseo de buscar, la paciencia para dudar, la afición de meditar, la lentitud para afirmar, la disposición para considerar, el cuidado para poner en orden y el odio por todo tipo de impostura» el pensamiento crítico se entiende como la capacidad de analizar y evaluar la consistencia de los razonamientos.
Para concluir esta semana, os proponemos escuchar la canción GIRASOLES de ROZALÉN, hacedlo escuchando bien la letra, y si es posible sin distracciones. Con un lenguaje cercano y un ritmo alegre y vital nos descubre que la prudencia tiene también mucho que ver con la empatía, porque al situarnos en nosotros mismos, es más fácil ponernos en el lugar de los demás.
Girasoles
Rozalén
Era necesario respirar para mirar alrededor
Paseo por La Habana y un café
Frente al malecón, con, con, con, con
Comienzan los recuerdos
Las espinas afloraron mi interior
Todo lo que no se atiende
Tarde o temprano, reaparece, ajá
Pero nos miramos
Vaya año pasamos, a ver si remontamos
Sin dedicarle más tiempo y el mundo está lleno
De mujeres y hombres buenos
Así que le canto a los valientes
Que llevan por bandera la verdad
A quienes son capaces de sentirse en la piel de los demás
Los que no participan de las injusticias
No miran a otro la’o
Los que no se acomodan
Los que riegan siempre su raíz…
A ti, mi compañero, que me tiendes la mano
Que es tu corazón bondad
Me estudias con curiosidad
Me miras con respeto
Y besas, con cariño, cada parte de mi cuerpo
Tienes en los ojos girasoles
Y cuando me miras, soy la estrella que más brilla
Cuando ríes se ilumina todo el techo
Ya duermo tranquila siento tanta calma dentro
Y… Tienes en los ojos girasoles
Y cuando me miras, soy la estrella que más brilla
Cuando ríes se ilumina todo el techo
Ya duermo tranquila siento tanta calma dentro
Es necesario revivir para poder saborear
Encajo las ideas, reflexión para mejorar-ar-ar-ar
Antes de un gran impulso doy un paso pequeño para atrás
Todo lo que no atendí vuelve siempre a resurgir
Pero sonreímos, vaya si vivimos, todo lo que aprendimos
No le dedicaré más tiempo pues, el mundo está lleno
De mujeres y hombres buenos
Así que le canto a los coherentes, a los humildes que buscan la paz
A los seres sensibles que cuidan de otros seres y saben amar
A todos los que luchan por nuestros derechos, miran a todo hombre igual
A quienes no me juzguen y quien esté dispuesto a compartir
A ti, mi compañero, que tienes alma pura
Que es tu corazón bondad
Respetas mi espacio vital
Me escuchas bien atento
Y besas, con cariño, cada parte de mi cuerpo
Tienes en los ojos girasoles
Y cuando me miras, soy la estrella que más brilla
Cuando ríes se ilumina todo el techo
Ya duermo tranquila, siento tanta calma dentro
Y… Tienes en los ojos girasoles
Y cuando me miras, soy la estrella que más brilla
Cuando ríes se ilumina todo el techo
Ya duermo tranquila, siento tanta calma dentro
El progreso de la condición humana
Requiere, inapelablemente, que exista gente
Que se sienta, en el fondo, feliz
Y a dar su vida al servicio del progreso humano
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